Ha tenido que venir un virus, tan pequeño, tan global y tan rápido que ha dado la vuelta de un día para otro a nuestra cotidianidad, a nuestro vivir, a nuestra forma de ser y estar en el mundo. Un mundo que ya nos habían advertido que era VUCA pero nos negamos a creerlo. Y nos ha cogido a la gran mayoría por sorpresa, como siempre. Al ser humano no le gustan los cambios y menos si son repentinos y obligan a pensar si lo que hemos hecho de la misma manera, va a seguir siendo válido en un escenario nuevo. Sin embargo, tenemos algunas certezas que van a determinar que el talento pueda evolucionar:
Desde hace más de 20 años, el impacto de la tecnología, junto con la globalización de la economía, ha provocado una evolución exponencial de los mercados de trabajo. Empresas con menos de 30 años de vida (Google, Apple, Amazon, Netflix, Airbnb) han generado nuevos puestos de trabajo en los que las competencias digitales son críticas. Todas las posiciones, de todos los sectores tienen que llevar el apellido digital. El marketing, los recursos humanos, las finanzas, las operaciones, se tienen que adaptar a una nueva forma de consumir y de trabajar. Y no sólo cambian las herramientas, sino que se modifican los hábitos de compra y de trabajo. La instantaneidad y la novedad permanente se instalan en nuestro comportamiento. La rapidez de los sistemas de mensajes como Teams o WhatsApp, deberían replantear la comunicación con todos los stakeholders. Video e imagen frente a mensajes muy formales y largos en correos electrónicos. Si el mercado de trabajo es digital y nuestros conocimientos y competencias no evolucionan, solo nos quedarán los lunes al sol. Y no será una cuestión de discriminación por nuestra edad, género o ubicación geográfica. El meteorito digital cayó hace tiempo, la pandemia sólo nos ha recordado que no nos habíamos preparado suficientemente. Estas son algunas de las posiciones con más alta demanda: Arquitecto e Ingeniero 3D, Asesor de marca personal, Canguros online, diseñador de eventos online, diseñador de Experiencias de Realidad Virtual, Diseñador de página web, Diseñadores de chatbots. Diseñadores de impresión de ropa 3D, especialistas en material y estilistas, Experto en campañas de marketing online por redes sociales, Experto en ciberseguridad, Experto en e-commerce, experto en ética de datos y privacidad, experto en gestión de equipos remotos, optimizadores del tráfico de drones, programador educacional en Inteligencia Artificial, Sherpa de tienda virtual o Técnico de asistencia sanitaria asistido por IA. ¿Qué formación y competencias se requieren para estas posiciones?
2- Vas a tener que reinventarte rápidamente y lo sabes
Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), la tasa de paro de los menores de 25 años ya es del 39,6%. La tasa media en la Unión Europea es del 15,7%, es decir que el paro juvenil en España multiplica por 2,5 la media europea. La perspectiva para los seniors no es mejor, bajo la amenaza de prejubilaciones forzosas o despidos antes de tiempo. Los datos tienen que servir para darnos cuenta de que ya NO son válidos dos supuestos: – Un empleo para toda la vida – Si estudias una carrera con salidas, tendrás un trabajo asegurado El talento necesita tener una Empleabilidad Sostenible, es decir, los conocimientos y competencias que le permitan cambiar de sector y de funciones rápidamente, en función de la demanda del mercado. Si lo que ofreces como profesional, no aporta ningún valor al mercado, tu trabajo no va a tener demanda y da igual la edad, el género, las funciones o tu sector y no sólo será por el efecto de la automatización, sino por nuestro consumo cada vez más digital.
Cada persona tiene que ser responsable de su formación y aprendizaje. Tenemos a nuestra disposición, gracias a la tecnología, la posibilidad de hacer todos los cursos. No hay que esperar a que nos “den” la formación, tenemos que ser responsables con nuestro aprendizaje, formarse para trans-formarse. El binomio estudio-trabajo que hasta hace pocos años funcionaba de forma unidireccional, ha cambiado y tenemos que aprender constantemente si queremos tener una Empleabilidad Sostenible, aquella que permite a un profesional entrar y salir de las empresas con facilidad o crear su propio trabajo. Estudiar es un verbo que normalmente se conjuga en negativo y eso es realmente lo que tiene que modificarse. Si el entorno cambia, los sectores, las posiciones que más se demandan en las empresas no son las mismas, un profesional no puede esperar encontrar el mismo trabajo que hace 20 años, teniendo las mismas competencias y conocimientos. Nuestra propuesta de valor debe incluir estos supuestos: ·No te empeñes en hacer surf cuando no hay olas.
Si lo que ofreces ya no se necesita, tienes que pensar otra cosa, nunca te van a contratar si tu experiencia no está demandada o se puede automatizar (Las entidades de depósito españolas cerraron 553 sucursales en el tercer trimestre de 2019, según la estadística recientemente publicada por el Banco de España). ·Competencias digitales, más necesarias que todas las habilidades que se escriben en el currículum y que además son iguales en todos los candidatos: liderazgo, trabajo en equipo, empatía… ·Si tu trabajo lo va a hacer un robot o por COVID19 no se va a poder mantener, deja de lamentarte y comienza a formarte en aquello que se demanda, para luego ir más allá y TRANS-formarte en otra profesión. E 30 7 ·Tener un “plan B” realista para tu trabajo. Si te despiden mañana, has tenido que pensar desde mucho antes a qué te vas a dedicar. Y tiene que ser algo, no sólo que te guste, sino por lo que te puedan pagar y que se necesite. Te puede apasionar el mundo de la numismática, pero tienes que pensar si tienes público objetivo para vender tus servicios o productos. Si nunca has estado activo en redes sociales, no vas a tener clientes ni contactos que quieran comprar lo que ofreces.
3- Evolución de las competencias clave: de la excelencia a la creatividad
La última certeza tiene que ver con las habilidades. Está claro que competencias tradicionales como excelencia, productividad, capacidad de análisis o resolución de problemas, pierden valor ante un algoritmo. Es un hecho que los procesos de automatización avanzan y transforman muchas funciones. El trabajo es como la energía: ni se crea ni se destruye, solo se está transformando. Un 35% de pymes con menos de 10 empleados tiene página web y el e-commerce no para de crecer. La tecnología no destruye empleos, los mantiene y genera nuevas oportunidades. Vivimos en un mundo a 3 velocidades, para muchas profesiones se sigue requiriendo criterios de productividad tradicional y seguimos con un estilo de liderazgo anclado en una gestión de “recursos” con unas fórmulas y “recetas” que ya no sirven ni para los “millennials” ni para los entornos VUCA. El trabajo por objetivos no se ha implantado en la mayoría de empresas que siguen pensando que “la presencia” es la mejor garantía del trabajo bien hecho. Necesitamos deshacernos del “esto siempre se ha hecho así” ya. Para entornos digitalizados y con una volatilidad e incertidumbre como ha demostrado COVID19 necesitamos disrupción, no sólo innovación. Y a un “robot” le va a resultar muy difícil romper las reglas y asumir el riesgo de decisiones que se toman con datos, pero sobre todo con intuición y creatividad. Este es el “factor humano” que más se va a demandar. Las competencias van a ser las mismas de siempre, pero acompañadas de 3 adverbios de modo: constantemente, digitalmente y rápidamente. Palabras que se utilizan dentro de una oración para explicar la manera en la que se llevó adelante la acción. Hacer un Reskilling de las competencias no es una opción. Es obligatorio que cada trabajador adquiera competencias tecnológicas y nuevos conocimientos para poder mantener una Empleabilidad Sostenible a lo largo de su vida profesional, tanto para mantener su trabajo dentro de la misma empresa, como para buscar trabajo en otra empresa diferente. La capacidad de aprendizaje constante se ha convertido en la competencia más demandada en los últimos 5 años. Pero más que un Reskilling, vamos a necesitar un ONfast-skilling, que implica:
Ana Sánchez
Experta en Transformación y Gestión del cambio
Mentoring | Formación | Ponencias