La cultura empresarial impregna el funcionamiento de las empresas. Se estima que entre el 20 y 30 % del rendimiento empresarial depende directamente de la cultura corporativa, según Harvard Business Review, además de desempeñar un papel protagónico en la estrategia de marca, tanto de cara al público como para atraer y retener al talento.
¿Qué es la cultura corporativa de una empresa?
El concepto de cultura empresarial hace referencia a las normas, valores, formas de hacer y pensar, ya sean implícitas o explícitas, que están presentes en el día a día de la organización e influyen en todos sus niveles, desde el estilo de dirección hasta la imagen que proyecta la empresa y la satisfacción de sus trabajadores.
La cultura organizativa de una empresa incluye tanto los códigos de comportamiento, normas, protocolos, procedimientos y políticas determinados a nivel organizacional como las actitudes, tradiciones, valores y patrones relacionales que se han ido creando a lo largo del tiempo y conforman el ADN de la compañía.
Los 4 elementos que componen la cultura empresarial
1. Visión
La visión marca el rumbo de la empresa, por lo que es un pilar angular de la cultura corporativa. No solo orienta las decisiones de los directivos, sino que inspira a los empleados para avanzar en el cumplimiento de los objetivos. La cultura empresarial de Apple, por ejemplo, está completamente permeada por su visión, que busca motivar a los trabajadores para que se superen e innoven constantemente.
2. Valores
Los valores compartidos son las bases de la cultura empresarial ya que ofrecen un conjunto de normas de comportamiento y moldean la mentalidad de todos los trabajadores. La cultura corporativa de El Corte Inglés, por ejemplo, ha convertido la garantía y el servicio al cliente en uno de sus valores principales, el cual se aprecia en el trato individualizado que brindan sus empleados.
3. Estructura organizacional
La estructura organizacional impacta profundamente en la cultura empresarial. Las estructuras demasiado rígidas con muchos niveles de mando suelen tener normas y procedimientos que limitan las interacciones, mientras que las estructuras más planas son más flexibles y facilitan la comunicación. La cultura empresarial de Nike, por ejemplo, está permeada por una estructura bastante plana que da libertad a las subdivisiones regionales, lo cual minimiza la burocracia y el tiempo de implementación de nuevas ideas.
4. Talento humano
La cultura corporativa de una empresa es compartida y construida por sus trabajadores. Por eso las empresas ya no buscan únicamente talento, sino que quieren a profesionales que compartan sus valores y visión. La cultura empresarial de Zara es un buen ejemplo ya que apuesta por el desarrollo de sus empleados dándoles oportunidades de formación e implicándolos en sus mecanismos de promoción interna.
Ana Sánchez
Experta en Innovación y Gestión del cambio
Mentoring | Formación | Ponencias
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Ana Sánchez
Experta en Transformación y Gestión del cambio
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