Nos reinventaremos tres o cuatro veces y aprenderemos en cada una de ellas nuevas capacidades y habilidades.
En cada transformación renaceremos, nos reinventaremos venciendo miedos y aprenderemos, cada vez, con más coraje y pasión.
La nueva normalidad es la incertidumbre y como dice el gran maestro Fernando Botellla, nosotros somos ciudadanos Beta, aprendices continuos, profesionales en transición.
El éxito, para estas reinvenciones: Verlas como una oportunidad, muchas dosis de creatividad e imaginación y confiar en uno mismo.
Reinventarse de manera satisfactoria supone enfrentarse a una de las emociones más incómodas que existen: el miedo. Estamos obligados a abandonar nuestra zona de confort y saltar al vacío. El mejor antídoto contra el miedo es la pasión. Es la primera clave de una reinvención con éxito. Recuperar la pasión, o despertarla, solo es posible desde la honestidad con uno mismo. Es lo que le sucedió a Jaime Alguersuari, autor de Reinvéntate (Alienta, 2019). Cuando el piloto terminó de manera abrupta su contrato con una escudería de fórmula 1, y después de haberse dejado la piel por este deporte, comenzó a hacerse preguntas en las que nunca había reparado: quién soy realmente, qué quiero hacer y cuál es mi pasión más allá de las carreras. La reflexión honesta y la recuperación de viejos sueños son ingredientes básicos para lograr neutralizar el miedo y tener pasión por el futuro.
La segunda clave que nos ayudará consiste en no juzgar la incertidumbre como peligro, sino como oportunidad, sugiere el cirujano Mario Alonso Puig, autor de Reinventarse . Cuanto más miedo sintamos por la pérdida de la anterior etapa, más difícil será el proceso. De algún modo equivaldría a decir adiós a la nostalgia y abrirnos a la experiencia de lo nuevo o “enfocarse en lo que uno quiere y no en evitar lo que uno teme”, resume Alonso Puig.
Todo lo anterior se logra cuando interiorizamos el aprendizaje en nuestro ADN. Reinventarse significa aprender. Si consideramos que lo sabemos todo y no entrenamos la humildad, es difícil que podamos volver a arrancar en ningún ámbito de nuestra vida de manera satisfactoria. El éxito de los que triunfan es solo la punta del iceberg. Debajo de ella habita un sinfín de horas de formación y de equivocaciones que apenas se ven.
Mirar cara a cara al futuro y a la incertidumbre requiere, además, de altas dosis de creatividad y de imaginación. Cuando uno se reinventa es más importante tener una buena brújula que mapas precisos, ya que estos no existen. El futuro no está escrito en ningún sitio. Tenemos que crearlo y esto solo se consigue con nuestra imaginación y nuestro trabajo, como le ocurrió a Jaime Alguersuari, que se convirtió en DJ; a Juan Martín, que se transformó en programador, y a Susana Lozano, que comenzó a ser una mujer libre. La reinvención significa conocerse a uno mismo desde otra perspectiva y dejarse sorprender por las oportunidades que comienzan a surgir de repente. Si queremos lograr que nuestra reinvención tenga éxito rápido, debemos exponernos. Anxo Pérez, autor de Los 88 peldaños de la gente feliz, afirma que el éxito se encuentra en la sobreexposición. Es decir, si queremos que nos contraten como músicos, como programadores o rehacer nuestra vida sentimental, nos irá mejor si nos damos a conocer. Por eso, en épocas de reinvención es fundamental crear y reforzar nuestra red de contactos para conseguir nuevas oportunidades.
El último ingrediente: confiar en uno mismo. O en palabras de Jaime Alguersuari: “Somos capaces de hacer cosas que ni imaginamos”. Todos tenemos la capacidad para reinventarnos. Disfrutemos del proceso.
Ana Sánchez
Experta en Transformación y Gestión del cambio
Mentoring | Formación | Ponencias