Ahora que el teletrabajo ha transformado la forma de trabajar y que sabemos que ya está integrado en nuestro día a día, toca analizar qué retos plantea a los profesionales y organizaciones. ¿Cómo impacta en la productividad trabajar a distancia? ¿Cómo cambia la forma de gestionar a un equipo? ¿Qué nos toca aprender?
La realidad laboral, al igual que la social o económica, ha cambiado profundamente en los últimos meses. La implantación del teletrabajo supone aceptar la flexibilidad laboral como norma. De hecho, el 80% de empresas está adoptando modelos híbridos de trabajo, en el que mezclan teletrabajo y presencialidad en la oficina, según la encuesta que Impact Hub Madrid realizó durante el confinamiento entre más de 200 empresas.
La flexibilidad es un concepto clave en esta nueva realidad laboral, donde cada profesional debe desarrollar habilidades para aceptar y gestionar los cambios que conlleva. Los meses del confinamiento fueron un rápido aprendizaje en nuevas fórmulas laborales, y ahora toca mejorar y adaptar estas nuevas rutinas, pues han llegado para quedarse.
El teletrabajo conlleva algunos inconvenientes como el aumento de reuniones, la dificultad de desconexión digital y la pérdida de interacción humana
Lo bueno y lo malo del teletrabajo
En la encuesta que Heineken realizó entre sus empleados durante el confinamiento, la mayoría consideraba que con el teletrabajo aumentaba la concentración y la gestión eficaz del tiempo. Por el contrario, como aspectos negativos destacaron tres: el aumento de reuniones, la dificultad de desconexión digital y la pérdida de interacción humana, algo imprescindible para aspectos creativos y productivos.
A pesar del desarrollo tecnológico, las personas necesitamos calor humano. Está comprobado que pasar mucho tiempo trabajando solo y dejar de tener contacto con otros profesionales reduce la posibilidad de crear nuevas ideas, de innovar y de enriquecerse. La soledad puede afectar al rendimiento, la creatividad, el razonamiento y la toma de decisiones.
Reunir a profesionales alrededor de una mesa, resolviendo problemas de clientes y creando soluciones innovadoras es algo imprescindible para muchas empresas de diferentes sectores. De ahí que las empresas impulsen las reuniones presenciales de los equipos, manteniendo las normas de seguridad necesarias. En situación de teletrabajo, debemos promover las conexiones entre personas. Si conseguimos esto, la productividad y el bienestar aumentará
Liderazgo en remoto: desarrollar la confianza
El hecho de no contar con el equipo de forma presencial transforma cómo se gestiona a ese grupo de personas. “Si tu estilo de manager presencial es desde el control, va a ser difícil adaptarse a este nuevo entorno”, comenta Pablo Flores, de Heineken. “La distancia implica más confianza. ¿Qué faltaba antes? Confianza y cultura”. Por eso, según él, las cualidades más valoradas de los líderes, jefes, managers y responsables de equipos son “la empatía y la confianza”.
Cada vez prima más el líder al servicio del equipo. En remoto los responsables de equipo tienen que conocer qué necesita cada uno. Hay personas que necesitan más dirección y otras menos. Gestionar un equipo en remoto es muy difícil.
Las nuevas tecnologías ofrecen muchas posibilidades para trabajar de manera diferente y anticipar ese futuro del trabajo del que tanto se habla. Se trata de buscar nuevas formas de trabajar. No se trata de hacer en remoto lo que se hace en presencial. Estamos aprendiendo sobre la marcha y gestionando de forma novedosa. Es un contexto fantástico para los cambios que estábamos deseando ver en el entorno laboral”
La cultura corporativa, el pegamento en la distancia
Y para que todos estos cambios se afiancen en la empresa y los modelos híbridos sean la “nueva normalidad”, es imprescindible una fuerte cultura corporativa: “Es fundamental para el compromiso y para evitar la desconexión o aislamiento del empleado, La cultura corporativa es más importante que nunca. Transmitir a los equipos los valores, el compromiso y el propósito de la empresa es fundamental en estos tiempos de incertidumbre. Si realmente queremos que el trabajador siga enganchado al proceso, necesitamos trabajar la cultura corporativa y tener al equipo alineado porque si no se corre el riesgo de que, desde casa, la persona se desvincule y desmotive más».
En una empresa lleva tiempo ser digitales, no se consigue de un día para otro. Depende de la cultura de la empresa, que debe estar volcada en las personas. Esto no va de tecnología, va de personas.
Ana Sánchez
Experta en Transformación y Gestión del cambio
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