‘El verano sin hombres’, de Siri Hustvedt
Después de treinta años de matrimonio, el esposo de Mia le pide una “pausa”. Una petición inesperada que en realidad significa que tiene una aventura con otra mujer. A causa de ello, Mia sufre una crisis y es ingresada en un hospital. Tras recibir el alta, decide volver a la ciudad de su infancia, Bonden, donde pasará un verano inolvidable.
‘Buenos días, tristeza’, de Françoise Sagan
La novela, publicada en 1954, es perfecta para el verano, la Costa Azul francesa es un personaje más de la historia. La protagonista, Cécile, pasa el verano con su padre en una villa a orillas del Mediterráneo y –entre el olor salado del mar, los pinos y el sol– se enfrenta a la experimentación y al descubrimiento de nuevos sentimientos como el remordimiento o el placer, a la constante melancolía por el pasado y al miedo por el futuro que representa hacerse adulto.
‘El verano que volvimos a Alegranza’, de María Fernández – Miranda
Leandra es editora en una revista de moda en Madrid. Se halla en una crisis existencial ya que se ha alejado de su marido, ha perdido la ilusión por su trabajo y ha presenciado la muerte de su tía en circunstancias dramáticas. Así pues, decide pasar un verano en Alegranza y aceptar el reto de Jean–Luc Peltier, un prestigioso perfumista al que ha entrevistado: elaborar un perfume que la ayude a definirse a sí misma.
‘Vestida de corto’, de Marie Gauthier
Félix, de catorce años, es aprendiz y es alojado por su jefe. En la casa, vive también Gilberte, de dieciséis años. Ella trabaja en el supermercado y en el tiempo restante, desaparece con hombres. Fascinado por la niña, Félix vive esperando una mirada de Gil, una señal. Ganó en 2019 el Premio Goncourt de Primera Novela.
‘Llámame por tu nombre’, de André Aciman
Un libro redondo sobre el primer amor. La novela de André Aciman ha sido capaz de sacudir los prejuicios y las trabas de la homosexualidad con la historia de Elio y Oliver. La historia transcurre en Crema, un pueblo del norte de Italia, en el verano de 1983. Cada página tiene el poder de transportarte a aquel momento.
‘El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes’, de Tatiana Tibuleac
Aleksy, el protagonista de ‘‘El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes’, recuerda el último verano que pasó con su madre como un posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor como recomendación de su psiquiatra. Así pues, el protagonista se sumerge en las emociones que le sacudieron ese verano en un pueblecito francés.
‘Hasta que salga el sol’, de Megan Maxwell
Una adictiva novela del género chick lit. Esther y Sofía son dos hermanas que, junto con su padre, regentan un pequeño hotel en la bonita población de Benicàssim. Esther decide matricularse en un curso de cocina en Londres. Allí conocerá a Jorge, un hombre con el que pasará unos días maravillosos y que le hará creer que la magia y el romanticismo existen. Sofía, por su parte, conocerá a Luis, que le enseñará a quererse y darse cuenta de que en la vida los resultados sólo llegan con esfuerzo.
‘Helena o el mar de verano’, de Julián Ayesta
Una novela publicada en 1952 que tiene como protagonista al primer amor de verano y que se centra el paso de la infancia a la adolescencia de un niño de una familia asturiana.
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Ana Sánchez
Experta en Transformación y Gestión del cambio
Mentoring | Formación | Ponencias
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