Miguel Chacón es un nuevo cliente del sector de la estética. Hace algo más de seis meses decidió acudir a un centro de Madrid. Comenzó con un tratamiento de depilación láser “en la parte alta de la espalda”. “En el caso de la depilación es todo muy rápido y con poco dolor. Cada dos meses tienes que ir a hacerte un repaso, pero los precios son muy competitivos”, explica este comercial de 36 años, que ha decidido pasar pronto también a los tratamientos faciales.
“Soy comercial y tengo que estar de cara al público tratando con la gente. Por eso, mi aspecto tiene que ser lo mejor posible. No puedo ir de cualquier manera. Siempre está bien gustar y empatizar con el cliente. Y para esto necesitas tener un buen físico y una buena imagen”, añade Chacón.
Entre las razones que los operadores y los expertos del sector señalan para explicar el acercamiento de los hombres al mundo de la estética está precisamente la profesional. Los tratamientos antienvejecimientos están, de hecho, entre los más solicitados por los varones.
Según la Sociedad Española de Medicina Estética, el 70% de los usuarios del sector son mujeres, y el 95% son de clase media-alta. Aunque aumenta el porcentaje de usuarios hombres, que pasa del 25% de hace cuatro años al 30% actual. De esta manera, el tejido empresarial se va enriqueciendo. Si en 2012 la facturación anual media de un centro estético rondaba los 284.000 euros, ahora supera los 366.000 euros al año.
Ana Sánchez
Experta en Transformación y Gestión del cambio
Mentoring | Formación | Ponencias